Qué es el Squirting y Cómo Conseguirlo

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Hoy en día, en cuanto al ámbito sexual de personas con vulva, una de las cosas más deseada, ansiada y comentada es el squirt. Pero, por si alguien desconoce este término, vamos a empezar explicando en qué consiste o qué es esto.

Existen diversos mitos alrededor del squirt, como en muchos temas relacionados con la sexualidad, por ello vamos a intentar desmontar esos mitos e intentar dar una información más cercana y correcta sobre esto. Muchas personas se refieren a la eyaculación femenina y al squirt como si fueran lo mismo, pero esa no es la realidad, de hecho son fluidos distintos. Encuentra aquí todos los artículos de nuestro sex shop.

Según un estudio de del instituto nacional de medicina sexual de Estados Unidos, los órganos encargados de producir y los componentes del squirting y de la eyaculación femenina NO son los mismos. La eyaculación femenina consiste en el líquido que la vagina libera durante el orgasmo, y este puede ser transparente y algo lechoso y deja lugar a confusión con la lubricación natural de la vagina.

El squirting, en cambio, es la expulsión moderada de una cantidad de líquido acuoso que es prácticamente transparente, el cual se libera por la uretra (por donde se orina), pero es incoloro y suele ser inoloro. El squirting no está relacionado con alcanzar el clímax, así como la eyaculación femenina.

El squirting existe, por supuesto, y cada vez hay más información acerca de este fenómeno, y esto facilita que se estudie el tema. Es más, toda persona con genitales femeninos tiene la capacidad biológica de tener un squirting, pero no todas las personas son capaces de conseguirlo ya que influyen diversos puntos a tener en cuenta para alcanzarlo, tales como: saber qué puntos concretos tocar y estimular, no obsesionarse con conseguirlo, estar con altas dosis de excitación y tener la mente relajada.

La forma más habitual de conseguir el squirting es mediante la estimulación manual, aunque también es posible mediante penetración o con el uso de juguetes eróticos. De hecho, para favorecer el squirting, hay una técnica concreta para el punto G. La estimulación del clítoris, no solo para la excitación sino para aumentarlo gracias al flujo sanguíneo y de ese modo poder palparlo bien, y la estimulación del punto G, que se consigue introduciendo los dedos medio y/o anular por la vagina con la palma de la mano hacia arriba hasta ubicar tal punto.

Se distingue con la yema de los dedos por ser una zona rugosa, y si se presiona correctamente se tendrá la sensación como de ganas de orinar… si eso sucede, hay que mantener la calma porque todo va bien. Estimularemos bien el punto G mediante un masaje hasta ir aumentando tanto la intensidad como la presión de los dedos, y los movimientos pueden ser tanto circulares, como lineales, rápidos, deteniéndose, haciendo presión hacia arriba…

Y, una clave que no suele fallar es la de hacer presión como si se quisiera tocar el hueso púbico y presionar al mismo tiempo de manera externa el pubis con la palma de la mano. Y después de esto, solo nos queda disfrutar. Se sentirá un cosquilleo y ganas de orinar poco a poco, y no debes contenerte al tener esta sensación.

También podemos estimular de manera doble el clítoris y el punto G, combinando la estimulación de forma simultánea para un mayor placer. Eso sí, la forma más fácil de estimular el clítoris para conseguir el squirting es hacerlo vibrar de principio a fin, bien con alguna bala vibradora, algún succionador de clítoris…

Además, hay varias posturas que favorecen conseguir el squirting, pese a ser más fácil conseguirlo de forma manual también se puede conseguir con penetración. Entonces, dos de las posturas que favorecen conseguir esta práctica son la de la vaquera o la del perrito.

Finalmente, quisiera dar unos consejos o tips para que toda persona que quiera probar alcanzar el squirting tenga algo más de facilidad para ello: la tranquilidad ante todo, porque obsesionarse y pensar todo el rato en querer hacerlo es algo que será más un impedimento que una facilidad; no tener prejuicios ni reparos; y, finalmente, gestionar las expectativas. Todas las esposas eróticas disponibles para el disfrute en pareja.

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