¿COMPRARME UN JUGUETE? ¡QUÉ VA!
¿¡Un falo enorme de silicona!? ¡Quita, quita! que yo no necesito comprarme “eso”. Con mi marido me apaño divinamente. Y si es para tocarme, la alcachofa de la ducha va fenomenal.
Sí, esto lo he escuchado y no ha sido a mi santa madre. De hecho, lo he escuchado -con sus matices- más de lo que quisiera. Y no es que yo vaya por la vida recomendando la compra de dildos de 20 cm, pero sí es cierto que abrirse a conocer la variada oferta de juguetes eróticos y experimentar -si te apetece- puede ser una buena alternativa.
Rescato la frase “si te apetece”, porque este tiene que ser el punto de partida, no sólo para comprar un juguete, sino para llevar adelante cualquier práctica erótica.
Ya tienes claro que lo quieres, pero te da apuro ir a una tienda. Es importante desmitificar la idea de que el sex shop es lúgubre, oscuro y rarillo. Desde hace ya algunos años, las tiendas de juguetes sexuales y complementos son espacios luminosos, con una estética muy cuidada, con personal especializado y con una variedad maravillosa de juguetes, cosmética, lencería y libros.
Dicho esto, y con el deseo de comprar en el cuerpo -y en el bolsillo- piensas ¿y cuál compro? ¿cuál será mejor para mí? y ¿si no sé cómo se usa? ¿compro uno o varios? ¿Este es para chico o chica? No te preocupes, que la ansiedad y la duda no te lleven a arrepentirte. Vamos a aclarar ciertas cosas para que la incorporación de un juguete a tu dinámica sexual sea plena y satisfactoria.
Vamos al lío
Siempre acudir a tiendas especializadas, para disfrutar nuestro cuerpo tenemos que cuidarlo y protegerlo. Luego, vamos a preguntarnos dónde y cómo quiero iniciar con la estimulación, no pensando en el juguete sino en la sensación que deseo experimentar. Podemos iniciar con vibradores simples o de doble estimulación, balas vibradoras, estimuladores de clítoris, juguetes para uso en pareja, masturbadores o anillos para pene. Encuentra aquí todos nuestros modelos de preservativos sin latex.
Luego, es importante pensar en el material. No olvides que el juguete estará en contacto con la piel, el genital y las mucosas. Igual que cuidas lo que comes, cuida con lo que juegas. Es vital asegurarse de que el juguete esté libre de ftalatos, que son un grupo de compuestos químicos perjudiciales para la salud y que se usan en plásticos para incrementar su flexibilidad.
Los materiales más utilizados y que se consideran sexualmente saludables son:silicona de grado médico -la mejor recomendación-, elastómero, cristal o vidrio templado y algunos elaborados con minerales como el jade de los huevos Yoni, por ejemplo.
El lubricante es un must y ofrece un universo de opciones, al que dedicaré otro post. Hoy solo detallaré que los de silicona NO pueden utilizarse con juguetes que estén fabricados con silicona de grado médico, porque dañan el material y lo hacen poroso. Así que opta por los de base acuosa.
A limpiar y a guardar cada cosa en su lugar
Otro punto importante: la limpieza y la conservación que, aunque no seamos Marie Kondo, no queremos terminar en el centro de salud con una infección por hongos o bacterias. En este caso:
- Limpiar -antes y después de su uso- con agua corriente y jabón neutro o con un limpiador específico de venta en tiendas especializadas.
- Dejar secar MUY bien y guardar en fundas de algodón transpirable y por separado.
- Si tiene pilas o baterías externas, guardarlas aparte para evitar corrosión.
Antes de usarlo familiarízate con el juguete, tócalo, siente la textura, la vibración y prueba los grados de intensidad. Te doy un truquillo prueba los niveles de vibración en la punta de la nariz, allí se encuentran terminaciones nerviosas sensibles que pueden darte algunas pistas acerca de si te resulta placentero o no.
Pregunta, pregunta… ¡pregunta! no tengas miedo ni vergüenza, asesórate con especialistas, tómate tu tiempo, cotillea en la tienda y no te dejes llevar por las recomendaciones de la amiga, de la prima del novio de mi vecina que me dijo que el satisfyer era el santo grial. Lo que a otra persona le gusta y satisface, no necesariamente funciona para ti.
Hay para todos los gustos, momentos, apetencias y prácticas eróticas. Conoce tu cuerpo, tu placer, explora e investiga qué se ajusta a tu situación y a tus ganas de explorar. Si te apetece ¡prueba y experimenta!
Ni el marido es lo único con lo que apañarse, ni la alcachofa de la ducha la única opción.
¡¡A disfrutar y a disfrutarse!! Descubre aquí todos los productos de nuestro sex shop online.