Discapacitadxs y el sexo

La sociedad ha ido evolucionando a lo largo de los años y cada vez parece que hablar de la sexualidad y su práctica es algo común. Sin embargo, si hay algo que sin duda es un tema tabú hoy en día es la sexualidad de las personas con discapacidad.

Hablar de la discapacidad en sí ya es una cuestión que genera incomodidad, hasta tal punto que cada cierto tiempo sale un término nuevo para referirse al colectivo cuando la mayoría de las personas con discapacidad hemos dejado muy claro cual es el más adecuado. Por tanto, si el simple hecho de nombrarnos genera controversia, imaginaos lo que supone hablar de nuestra sexualidad.

El principal problema que tenemos las personas con discapacidad, desde mi punto de vista, es que se nos infantiliza, lo que da lugar a la mayoría de mitos: no nos gusta salir de fiesta, no podemos vivir sin nuestra familia, necesitamos un cuidador constante, somos seres de luz con la misión de enseñar lecciones morales y, mi favorito, sin duda, no mantenemos relaciones sexuales. Encuentra aquí tus juguetes eróticos sexuales al mejor precio.

Generalmente, se piensa que las personas con discapacidad no somos activas sexualmente por tres motivos fundamentales:

El primero, sin duda, sería porque se nos ve como niños pequeños, por lo que no generamos interés por este ámbito. Esto suele pasar por que las personas te tratan acorde lo que la sociedad ha dictado para tu físico, es decir, si tienes una apariencia de niño porque tu discapacidad hace que tengas ese aspecto, te trataran acorde a la edad que aparentas aunque tengas 30 años.

Otro motivo principal sería el prejuicio de que no personas somos atractivas o deseadas por la sociedad. Cuando una persona sin discapacidad sale con otra que sí la tiene, las personas que ven a dicha pareja entran en un bucle de cuestiones absurdas para justificar dicha relación: “Seguro que es muy buena persona y por eso están juntos”, “será por dinero”… El último pensamiento sería que simplemente están juntos porque se gustan y se atraen, tanto física como mentalmente, como cualquier otra pareja.

Como tercer motivo a resaltar, diría que es la falta de conocimiento sobre las personas con discapacidad y sus límites, algo en lo que Hollywood a contribuido negativamente. La mayoría de las personas cuando piensan en alguien con discapacidad tienden a generalizar y se les viene a la cabeza una persona totalmente dependiente, incapaz de tomar decisiones, completa incapacidad motora o incluso que no tienen sensibilidad, por lo que, según estas ideas, no se podrían mantener relaciones satisfactorias. Es cierto que la sensibilidad, grado de movilidad o capacidad de erección y eyaculación depende del tipo de lesión que presente la persona con discapacidad, sin embargo, a día de hoy pueden aplicarse múltiples terapias, medicamentos o juguetes que hacen que se puedan llevar a cabo relaciones sexuales sin ningún tipo de problema.

En conclusión, para romper con dichos mitos, sería ideal que se nos incluyese a la hora de explicar la sexualidad, ya sea en libros académicos, series, etc, mostrando que podemos tener una vida tan común como el resto, aunque tengamos una manera diferente de vivirla. La sexualidad es fundamental para un correcto desarrollo humano y su salud, por lo que las personas con discapacidad también tenemos interés en ese ámbito y podemos llevarla a cabo. Por ello, se nos debe facilitar toda la información y acceso necesario que eso conlleva, como a cualquier otra persona. Pinkcabaret el mejor sex shop online a tu alcance.

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