¿Es malo usar mucho el satis?

abusar del satis

¿Es malo abusar del satis?

Voy directo y al punto para responder a esta pregunta que se ha dejado en redes sociales: Depende. Y dirás: que ambiguo no me has dejado nada claro. Antes de justificar la respuesta, te voy a contar el secreto de Petra: 

“(…)Yo ahora me masturbo como 3 o 4 veces al día porque he cogido la manía (…) me masturbo viendo a Javier (Cámara) y sólo quiero decir que estoy muy contenta. Luego, hay muchas cosas que no sabemos las mujeres de mi edad (73)… el satisfyer, que es muy bueno, es una cosa genial(…)” 

Que la palabra de Petra Martínez vaya por delante y las asiduas al succionador digan amén. 

Este es un breve fragmento del discurso de Petra Martínez en los Premios Feroz, al recibir el galardón de mejor actriz por “La vida era eso” y que no tiene desperdicio. A Petra le parece genial el “satisfyer” y asegura masturbarse 3 y 4 veces, lo que no ha dicho es que sea siempre igual. Aquí un detalle importante: la frecuencia no es a priori un problema, el tema es cómo lo hago y con qué intensidad.

El satis, satisfyer o succionador de clítoris, no es malo en sí mismo; de hecho, bondades tiene muchas. El tema es el uso -y abuso- que le damos; abuso básicamente para referirme al uso indiscriminado e intenso del succionador como único recurso para masturbarse. 

No hay un baremo oficial que determine cuánto es mucho y cuánto es poco, cada cuerpo es diferente y las necesidades y apetencias, únicas y fluctuantes. Sino que se lo pregunten a Petra Martínez. 

No hablaremos de números, sino de los riesgos que puede suponer el uso frecuente e intenso del estimulador de clítoris bajo el mismo patrón de estimulación. Sí, eso de estar “enganchada” y en bucle al orgasmo fácil y rápido, genera “habituación” a este estímulo tan potente e intenso. Se desarrolla una suerte de tolerancia y cada vez vamos a necesitar más intensidad para alcanzar el orgasmo. Encuentra los mejores juguetes sexuales en este enlace.

 

La costumbre aburre 

Cuando el cuerpo se acostumbra a una estimulación intensa, constante y rápida, luego la masturbación lenta y suave con la mano, por roce o incluso el sexo oral, puede saber a poco (o nada). No hay mano, ducha o ser humano capaz de reproducir tal estimulación, te quedas a medio camino y el orgasmo es cada vez más difícil de alcanzar.  

 

Esto puede generar frustración y, a su vez, más dependencia al succionador. Con esto no quiero decir que se suspenda de inmediato, nada más lejos de la realidad. El objetivo es alternar la práctica masturbatoria con otros estímulos y técnicas. En la variedad está el gusto. Igual que cambias el menú y un día caen croquetas y otro solomillo, con la masturbación pasa igual.  Descubre aquí todos los productos de nuestro sex shop online.

 

No es el número de veces sino la variedad en la forma de hacerlo. Tenemos a disposición múltiples alternativas como: estimulación con la mano, por roce, con otro tipo de juguete erótico, con la alcachofa de la ducha, con la pareja.

 

Lo importante es no acostumbrarse a una única práctica, vamos a diversificar la forma de llegar al orgasmo y sacar provecho de todas las alternativas que nuestra imaginación (y el mercado ofrece). Lo mismo siempre nos aburre, así que vamos a tomarnos nuestro tiempo para descubrir nuestros puntos de placer y tirar de todos los recursos para mimarnos. 

 

Y si ya has llegado al punto de habituación, no te preocupes, hay salida. Vamos a dejar descansar al succionador y a reaprender nuevas formas de estimulación, alternar con ritmos suaves, disfrutar de un recorrido más lento y despertar nuevamente las sensaciones de nuestro cuerpo. 

 

Hay vida más allá del succionador y no a todes os gusta, lo que para algunes es gloria bendita, para otres un despropósito.

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